martes, 16 de noviembre de 2010

BIOGRAFÍA –CANCIONERO DE JUAN PARDO

Biografías  de este cantante y compositor como de otros hay muchas, pero yo quisiera aportar mi granito de arena, que puede que en el se deje ver mi desaforado entusiasmo por este cantante, pero a pesar de correr ese riesgo, voy a poner el mismo entusiasmo en llevarla a cabo, y  además incluir o acompañarla de un cancionero lo más exhaustivo posible.
Un cancionero que contenga no solo las canciones que él cantase sino también las compuestas para otros cantantes.

Como muchas personas sabrán, Juan Pardo Suárez, (que esos son sus apellidos) nace en Palma de Mallorca  circunstancialmente, debido a que su padre era militar,(almirante de la armada española) y se encontraba destinado en esa isla, pues bien nace como digo el 11 de Noviembre de 1942 aunque el siempre se ha sentido gallego tierra de su madre y donde pasó su niñez.

Como de esta época se sabe poco, aquí quiero que sea él mismo quien lo cuente, en una pequeña  autobiografía, unas pinceladas,  que a principio de su carrera en solitario Juan contó y transcribió la periodista de la revista del Gran Musical,  Mundo Joven ,Pilar Cambra.

A los seis años, dice Juan comienza mi verdadera historia, en un paraíso gallego que se llama Lagraña.
Nunca, de pequeño, tuve nada que ver con la música, el coro del colegio, solo me servía para “quitarme”  alguna clase que otra.
…Aprendí a querer el mar, a navegar con mi hermano Ramón, su muerte
fué  para mí como el cachete que lleva a los niños a llorar, y a la vez le ayuda a respirar.
En las navidades del 61, comencé a soñar con las guitarras. Yo estaba viendo la tele en casa de mis tíos (donde vivía en Madrid mientras estudiaba en la universidad), y de pronto dije.—Qué maravilla, poder tocar la guitarra…:_--¿por qué no aprendes? .---- porque no tengo guitarra ..---Pues cómprate una.
Así de fácil, ahorré de mi sueldo semanal de cien “pelas”(eran como se ve otros tiempos)y saqué a flote  730 pesetas, ahorradas con sudor y lágrimas lo que costó mi primera guitarra. Me encerré en mi habitación como un enloquecido, y la familia se echó a temblar”se está poniendo pesadito el niño con la guitarra” decían.
Juro que lo mío era fiebre, con los dedos enrojecidos y doloridos, sin profesor aprendiendo la posición de los dedos de los grupos que veía en la tele y dándole la lata al novio de mi prima, que muchas veces me mandaba a freir espárragos, y es que lo de la guitarra borró en mi todo sentido de la oportunidad.
A pesar de todo esto aprobé por fin Selectivo, y también a trompicones el ingreso en la Escuela de Ingenieros Navales.

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